martes, 29 de septiembre de 2009

Sobre debates

Durante mucho tiempo, quizás toda la vida, he visto como las personas ven los debates como una competencia de razones, es tan curioso como los debates se convierten en una guerra de argumentos, que más que intentar aprender, mejorar y lo esencial, BUSCAR UN CONSENSO, se transforma en una constante batalla de ver quien es mejor que el otro.

También me parece muy raro como es que las personas buscan dejar callado al otro, cerrar temas, concluir conversaciones y usan todos los medios posibles para lograrlo, desde lo que entendemos por correcto de usar garantías y respaldos de otros autores o instituciones, hasta descalificaciones personales por autores y títulos o años de estudios...

Mi reflexión para las personas que les guste debatir, es ¿qué es lo que buscan en un debate? como es un país libre les recomiendo que vallan a lo que buscan, yo personalmente prefiero escuchar a la imaginación de mentes limpias que sueñen, que a la absurda competencia de ver quien tiene mejor memoria o información, redacción, o ego para decir yo soy mejor que tu.

Daniel Ramírez B.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Fuerzas Armadas Simplemente

Bien, para esta mi primera "entrada" en este blog, elegí un texto que escribí hace unos años cuando iba en el colegio.
... hubo un momento en que leí una vez tras otra lo que mis ideas en una pantalla. Pero ya no.. no le di una leida al texto antes de subirlo.
De lo que me acuerdo es que, dentro del marco de una mejora en la argumentación de mi curso, tuve que escribir un texto que ejercitara la habilidad de argumentar. Elegí, entonces, darle forma a un puñado de ideas, que había escuchado y que me habían nacido, dentro de un escrito.
La temática es: Fuerzas Armadas; aunque desde una perpectiva un poco extrema, modula un par de ideas.

Isaac Zapata C.

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jueves, 17 de septiembre de 2009

“Ni perdón, ni olvido” v/s “El perdón, sin olvido”

No entraré a discutir la barbarie ocurrida en Chile aquel 11 de Septiembre del año 73. Creo que esta demás poner en discusión aquellos sucesos y en base a eso analizar la veracidad de la violación de los derechos humanos, de aquello no cabe duda.

No desconoceré a través de este escrito las injusticias, las alevosías en los golpes contra personas de un pensar, sentir o querer un mundo distinto. No tratare de justificar de ningún modo los fusiles, las balas, patadas, escupitajos, insultos o todo aquello que denigrara a una persona en su esencia y corporalidad. Solo pretendo dar un punto de vista mas distante en el tiempo, inmersos en una generación distinta, con nuevas causas por la cual agitar nuestros corazones y esfuerzos, simplemente quiero, mostrar una cosmovisión del tema de acuerdo a lo señalado recientemente y poner en la palestra algo que puede sonar tan trillado, pero que vale la pena señalar.

Caminando por las calles de la ciudad, en una pared rayada, de las tantas que se ven a diario, había un mensaje en particular que me llamo la atención, aun sabiendo que es una frase que prácticamente está en el inconsciente colectivo de la gente, y que decía “Ni perdón, ni olvido”, aludiendo a lo que fue el golpe de estado ocurrido algunas décadas atrás, desatando en lo que siempre vemos para esa fecha; desordenes, balaceras, trincheras en las poblaciones y calles a lo largo del territorio nacional.

Al analizar estas dos negativas propuestas (Ni perdón, ni olvido), da a entender que solo una de ellas (ni perdón) se contrapone con el crecimiento y fortalecimiento de una sociedad cuyo valor recae en la cohesión social, el cambio de “switch” en las nuevas generaciones en el ámbito de la política y porque no decirlo también, en la cultura popular del país.

Jean Piaget (psicólogo, filósofo y biólogo suizo), define el perdón como “un acto propio de personas que han llegado a una auténtica madurez”. A través de esta frase se puede inferir que la maduración la cual hace alusión Piaget contextualizándola al tema tratado y entendiendo ésta como el “estado o cualidad de estar completamente desarrollado o de haber crecido por completo”, nos da a razonar que tenemos una sociedad “inmadura”, aun estancada en hechos ocurridos en el pasado, que esta a su vez le impide tener un criterio pleno y centrado con lo que respecta a la construcción de un país donde las personas que conforman esta realidad no están en total acorde a los nuevos desafíos que se enfrentan en el presente y que tendrán posteriormente en el futuro. Un caso específico a modo de entender el perdón en conflictos tan sensibles como lo son el uso de la fuerza en sus variantes como forma de imponer ciertas ideologías pasando a llevar los DD.HH., es la comunidad Europea, en donde tras las guerras mas feroces desatadas en el mundo (I y II guerra mundial) se han unido conformando nuevas alianzas para el desarrollo tanto a niveles económicos, como también en ámbitos sociales. Esto no quiere decir de ningún modo que hayan olvidado esos sucesos.

Es por ello que la frase debería tener a mí entender pequeñas modificaciones que aludieran a lo que sería “el perdón, sin olvido.” Ya que no podemos “desenvainar nuestra espada” y luchar contra las adversidades que se presenten, si no interrelacionamos estos conceptos que marcan de alguna u otra manera el sentir y modo de actuar de la sociedad o parte de ella. Porque al referirnos al Perdón sin Olvido es aludir a “pensar en el futuro; sin dejar de vivir nuestro presente, mirando nuestro pasado, para no cometer los mismos errores.”

Ignacio Meriño M.

Identitad Nacional

Todos los poetas, escritores y comentaristas incluso los más comunes chistes nacionalistas, han apuntado a ideas de clasificar, mencionar y criticas las actitudes, personalidades e identidad de los chilenos.
Personalmente creo que esto es una consecuencia natural del problema básico de no tener una identidad nacional clara, lo que nos lleva muchas veces a no saber que querer y que esperar para el futuro. Puede sonar como una crítica muy trillada, pero los partidos políticos, las personas en general y la opinión pública ya no sabe lo que quiere, la globalización y la mezcla cultural, nos produce una perdida de norte o de camino a seguir para continuar soñando en crear un Chile mejor.
Yo apunto a que la mejor manera de hacer política, de gobernar es haciendo soñar a la gente para lograr realmente un consenso social, ya que mientras sigamos sin un norte claro, veremos este estancamiento de ideas encarnado en el lamentable debate político que tenemos para estas elecciones y jóvenes desmotivados sin interés en sus proyecciones mas allá del oficio y familia.

Daniel Ramírez B.